La tan deseada- para algunos -liguilla de ascenso, se ha esfumado por muy poco. A mi entender y analizándolo  fríamente, varias han sido las principales circunstancias para que tales cosas hayan ocurrido sin remedio: La primera y muy importante, ha sido la progresiva pérdida de varios buenos jugadores a lo largo de la temporada por una u otras causas. Estos acontecimientos no han hecho más que desestabilizar continuamente al equipo. Mucho mérito- cabe decir- tiene nuestro entrenador y cuerpo técnico, al saber enderezar de continuo y durante toda la campaña, a una plantilla que ha ido renaciendo de sus cenizas todas las veces que han sido necesarias.

Por otro lado, ya se sabe que lo del balompié no es para nada una ciencia cierta, pero entiendo que  la segunda de nuestras “calamidades”, fueron los puntos perdidos tanto en casa como de foráneos, contra equipos inferiores al nuestro vista hoy la clasificación final.

Lamentarse ya no sirve de nada, pero han sido una lástima los encuentros que objetivamente nunca debieron perderse. Con tan solo un empate en muchos de ellos, nos hubieran dejado hasta el final peleando por estar entre los cuatro primeros; pero todo puede que sea el resultado de las razones expresadas anteriormente.

De todas formas y aunque no podamos jugar la liguilla, les otorgaría un diez a todos aquellos que conforman la plantilla del CD Alcalá por la temporada y el esfuerzo realizado. Presumo al decir que es muy poquito lo que nos falta para llegar a estar donde debemos y, a partir de ahí, empezar a soñar con metas y cotas más altas. Puede que se consiga la próxima temporada, si aunamos en el esfuerzo de remar todos hacia la misma dirección. ¡¡Por favor!!